sábado, 14 de febrero de 2009

Al Querido espejo

La decisión final, es la que haces justo antes de morir, y realmente nadie nos asegura que sea la mas sabia, me imagino cual será la mía, desayunar huevito o fruta y después la muerte.
Todas las decisiones que tomamos antes son solo un conato de decisión, mientras estamos vivos no podemos asegurar que el destino no vaya a cambiar nuestros planes, por más que nos empecinamos y gritemos: “Si es mi ultima decisión” con surte no lo sea. Y creanme cuando digo que con suerte no lo sea, no me gustaría una ultima decisión tan mencionada y gritada, yo me inclino mas por una simple, como bañarme o no, total , esas son las decisiones en las que siempre he tenido el control, la ultima palabra o al menos eso creo, como cortarme el pelo, yo no me ando pensando en el destino cuando me corto el pelo, no me imagino encontrarme un peluquero que sea mi vecino y cuando me vea salir me ofrezca un corte gratis, no, yo voy y me lo corto.
Cuando uno decide una profesión, se cuestiona tantas cosas, hasta el talento, hasta el espejo te pregunta a cada rato
- estas segura Mayrita?
Y le mentas la madre y le dices
- a mi no me dices Mayrita (o el nombre que les diga su espejo, si es que su espejo es como el mío) hijo de la chingada, claro que estoy segura, es mi ultima decisión
- andále si, tu, como no
Contesta el espejo, no el espejo de Blanca Nieves, no uno más cabrón, cínico, y te dice,
-a poco en serio crees que tu decides,
Y con todas las ganas que se me acumulan en la noche, con las ganas que me invento y con las ganas llenas de ilusión le grito
- a huevo que es mi ultima decisión
Y el muy muy dice,
-con suerte no, con suerte, tienes mas “ultimas” decisiones en la vida, pero cuando lo dices así hasta yo te creo.
Y luego yo le creo a el y escribo esto.

2 comentarios:

Colectivo Vagón dijo...

Del diario de campo: la columna, de entrecaos.

*Miércoles, 25 de junio 2008

Vamos a jugar a las cartas de Valeria. Algo bueno para cerrar el día. No es que el día sea malo, pero a veces necesitamos un buen final. Es como la película de El ladrón de orquídeas: dales un buen final y salvarás tu película. Yo quiero un buen final. Una frase inmortal antes de cerrar los ojos. Como la de Juan Villoro, antes de morir en un accidente de auto: La carne de puerco no es transparente. Es verdad, no sé por qué no podría ser una buena frase de despedida, la carne de puerco no es transparente.

Anónimo dijo...

Hola Mayrita, me gustó mucho esta entrada de tu espejo cínico. Fijate que el mío también me dices cosas, pero no tan directas como el tuyo. El mio es más misterioso y sus mensajes a veces son difíciles de entender. Pero sí me habla, por ejemplo esta mañana al levantarme me miro directamente a los ojos lagañosos y me dijo:

"¿Tu qué?"
Y yo contesté:
"¿De qué o qué?"
Y él:
"Pos de tu vida..."

Y me quedé pensando...

* * *

Y bueno, también quiero aprovechar este comentario para decirte que mañana andaré en Juárez por la mañana y parte de la tarde. Quiero darme una vuelta al restaurante naturista a saludar y me encantaría coincidir contigo. ¿Te animas? Ojalá y que sí Mayra, tengo mucho sin verlos y quiero saber como estan.
Saludos y buenas noches o buenos dias. Ciao...
- Julián