miércoles, 14 de octubre de 2009

Cuando nacemos, junto con el cuerpo, se nos provee también unas dosis de sentimientos que se van desgastando día a día. No sé en qué se midan, en gramos, en kilos, me gusta pensar que en sentimililitros
Son grandes cantidades de sentimililitros, grandes, que si se vive con cordura nos alcanzan perfectamente para que nos duren los años que tengamos que vivir.
Yo no creo que haya vivido con mucha cordura, se me han terminado los sentimililitros de algunos sentimientos. He llorado tanto, he sentido tanta tristeza y decepción en los meses pasados. Que temo que me he acabado algunas dosis y ahora me encuentro singularmente cínica. No tengo problema con eso, gracias a eso también me encuentro espléndidamente feliz. Pero sucede que no quiero que se me vayan a terminar esas dosis .
Con suerte descubri que son recargables, según las experiencias que vayas adquiriendo y lo que vayas viviendo. Asi que en realidad las dosis de muestra que nos proveen al nacer, son eso, muestras , para identificar los sentimientos y es nuestro trabajo que no se agoten. Que buena suerte, que sería de mi si no lloro mas , si no lamento la muerte de mi madre, si me dejara de doler el corazón cuando me lo rompen ( o cuando lo intentan, que de cualquier forma duele igual), si dejara de gozar y de ser feliz.
¿Cómo lo descubrí?
Hoy en la mañana me encontré su foto, la foto donde nos vemos muy bien juntos y él me está besando. La foto que orgullosamente pondría en facebook y en un espectacular y en unas camisetas y en unos volantes para que se repartieran en los cruceros. y me sentí completamente triste y devastada y lo volvi a extrañar y llore poquito, y me tarde en el baño unos minutos de mas para que se me quitaran los ojos rojos y senti el jaloncito en el corazón que senti cuando se termino.
Que buena suerte tengo, son recargables.

1 comentario:

Jorge dijo...

Mayra
Pase a leerte
Me gusto mucho este post
Nos vemos Pronto
Visitame en Noviembre
Mil besos mas