jueves, 4 de diciembre de 2008

Desde el Origen

Ayer cuando me cortaron el cabello, estuve pensando, siempre “estoy pensando” cuando espero, cuando no llevo un libro o el ipod. Estuve pensando en la vida. En mi vida. Pensaba en las cosas buenas y malas, y en recuerdos de la infancia, mis amigos de la infancia, mis platicas con mi papá y con mi mamá cuando era niña, mi hermanito, mi Kinder, mi maestra Vicky, Vero mi amiguita, cuando una vez tenia mucho frío y dure todo el recreo sentada en el sol, cuando mi mama iba por mi. Nunca fui una buena alumna, siempre estaba concentrada en jugar, pero no reprobaba, era vaga, me acuerdo que hacia cosas bien raras, hacia trampas y decía cosas para lograr lo que quería, yo creo que por eso digo que soy actriz. Me acuerdo mucho de mi hermanito, hacíamos muchas cosas juntos, me gusta tenerlo, me gusta que hay alguién con quién compartir tantas memorias, que exista un lenguaje secreto, un dolor compartido. El siempre me hacia caso, pero después empezamos a pelear mucho, y luego ya no peleamos. Mi mama siempre nos decía, que nos cuidáramos, que nos quisiéramos, y de tanto decirlo, logro que pasara, y mi hermano y yo seguimos queriéndonos y medio cuidándonos, y ahora compartimos mas cosas. Ayer que recordé tantas cosas de la infancia, platique con el, y se acordó también y me sentí mas vieja aun (en buen sentido), me gusto que estuviera ahí para recordar cosas. Pensé en el tiempo que gasto con reproches, con preguntas innecesarias, que a veces me parecen tan necesarias, con querer que me quieran como quiero, cuando el encanto es que te quieran. Y mi hermano, tan el como siempre, que solo habla de música, colores y formas, y ahora de sus hijos; el mi hermanito, me recuerda que las personas que te quieren, siempre te quieren, sin reproches del pasado, sin replicas, sin reclamos, sin aclaraciones para seguir queriéndonos en el siguiente capitulo.

“que al menos venga un perro a defendernos
un perro hermano/ un fiel sin
requisitos
cuando nos lame/ frágil de tristeza
sabe quién somos/ quiénes
no seremos
llegaremos con él/ enteros/puros
hasta el fin de la suerte y
del camino”

-Mario Benedetti-

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