miércoles, 20 de mayo de 2009

El Tiempo

El tiempo es un vándalo que se roba nuestros minutos
Y el muy cínico nos regala arrugas en la cara y lágrimas
El tiempo es un viejo, siempre viejo, porque tiene todos los años del mundo
A veces me acompaña tiernamente a que pase lo malo
Y otras es un verdugo cuando manda subir el volumen de las manecillas del reloj para recordarme que lo bueno también pasa.
Todo pasa, dice el tiempo, menos yo
Es sabio el tiempo, es sabio cuando aprendemos a disfrutarlo
Cuando podemos verlo a la cara y seguir andando y seguir gastándolo
Cuando por un instante del tiempo, vemos lo que llevamos andando y sumamos más risas que lagrimas y deducimos que las arrugas no solo son de llorar
El tiempo es el acompañante constante mientras estamos vivos, sin nosotros no tiene oficio, sin el no existimos
Es parsimonioso, limpio, de colores distintos, lleno de amor, es siempre el mismo, aunque nosotros tratemos de segmentarlo, por épocas, por momentos de felicidad o de tristeza
Con grandes dosis de tiempo, uno puede lograr una familia, unos amigos, hacerse de un buen hábito o de uno malo, de un oficio, de una carrera.
Hay que saber usar al tiempo
El mejor consejo de la vida, es saber usar al tiempo.
Me gusta cuando a pesar del tiempo nos podemos reconocer unos a otros
Me gusta que a pesar del tiempo que llevo en la tierra, aun no me quiera bajar, no ahora
Pero eso es algo que aprendí con el tiempo.
Bendito sea el tiempo, el que viví, el que estoy viviendo y con surte el que viviré.
Bendito sea, porque me ha convertido en esto que soy y he dejado de ser quien no quiero
Bendito sea, porque aun sigue dándole cuerda a mi reloj personal

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